Wednesday, June 14, 2006

El Imperio Nunca Acabó

Bueno, pensaba que estaba otra vez en sequia, y resulta que una historia a la que llevo dándole vueltas en mi cabeza una temporadita larga, ha tomado por fin forma. Toda la historia surge por un grafiti. Gracias a mi hermano he aprendido a mirar las paredes de vez en cuando y, eventualmente, encontrar cosas realmente interesantes.
En este caso, se trataba de una plantilla que ponía simplemente: "Feliz 1984". En un principio no lo entendí en absoluto. Eso si, cuando caí en la cuenta del significado tuve una estupenda sensación de sorpresa, me sentia medio tonto por no haber caido en la cuenta y medio asustado por el significado del mismo. No os explico lo que quiere decir el grafiti porque 1) seguramente ya lo sabeis a estas alturas, 2) de verdad merece la pena caer en ello por uno mismo.
El título que he escogido también tiene truco. Me encantaría que alguien supiera por qué es una referencia similar a "Felíz 1984".
Hasta la próxima¡
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El Imperio Nunca Acabó


Bienvenidos a las lecciones compartidas de historia política. Os escribo estas líneas como conclusión a mi descripción de ayer de la situación socio-política y la manipulación social que sucedió durante el siglo XX. Este apunte como podréis constatar no es más que un anecdotario que creo que puede ayudar a completar las lecciones.

Como recordareis, acabé hablando de la reunión del grupo Bilderberg que tuvo lugar en Florida durante el final de la década de los 80. Es como ya os dije, una fortuna poseer estos archivos que pueden ser ahora leídos y estudiados gracias a la indiscreción del taquígrafo oficial de las sesiones de la reunión.

Antes de empezar esta sesión ya os había comentado que el motivo de la reunión no era otro que el del avanzar en el control del individuo dentro de la masa. Este oscuro plan, estaba entonces respaldada por las familias más poderosas del globo, y durante el encuentro se barajaron diferentes posibilidades.

La propuesta sobre el seguimiento individual de la población mundial, parecía algo lejano y complicado, pero las familias pensaban que podrían conseguirlo dada la casi ilimitada cantidad de recursos a su disposición. Todas las empresas de desarrollo tecnológico que merecía la pena conocer en esa época, estaban bajo su poder o dentro de su esfera de influencia, y estaban al tanto de todos los desarrollos realizados en los laboratorios científicos, ya fueran públicos o privados, de todo el mundo.

Los análisis técnicos que se hicieron a priori, indicaban grandes dificultades técnicas y sobre todo logísticas. La posibilidad de controlar el flujo de población desde los diferentes satélites que las familias tenían en orbita, pasaban por colocar un emisor- receptor en cada uno de los individuos en cuestión. No solo eso, los transmisores deberían tener suficiente potencia como para recibir y emitir transmisiones a esa distancia. Esto, como poco implicaba baterías. Tener que, no solo instalar un transmisor encima de cada persona, sino además tener que reemplazar las baterías periódicamente presentaba un obstáculo muy difícil de solventar. La ingeniería social, muy avanzada en esa época con el florecimiento de la televisión, no fue considerada capaz, o eso determinaron los expertos en audiovisuales de la época, de convencer a la inmensa masa social de todos los países del mundo para seguir este tipo de procesos con suficiente éxito.

Como soluciones alternativas se presentaron muchas opciones. No en balde, previamente a la reunión, cada una de las familias había solicitado ayuda en este aspecto a una ingente cantidad de creativos, escritores, científicos, e incluso en un caso, teólogos. Entre estas soluciones, una de las más terroríficas incluía un plan a largo plazo en el cual, tomarían control de las principales entidades hospitalarias a nivel mundial, e implantarían bio-chips en los recién nacidos. La misma temperatura de la persona que lo portara sería suficiente para mantener el emisor activo. El tamaño por supuesto sería un problema, pero el plan no era inmediato, y las predicciones tecnológicas indicaban con exactitud la reducción de la tecnología necesaria. Sin embargo la flagrante ilegalidad del proceso y la facilidad de los módulos para ser detectados a través de una rutinaria inspección médica cancelaron esta solución.

Las familias discutieron largo y tendido sobre este problema e intentaron facilitarlo limitando su aplicación. No debería ser implementado en su primera fase mas que a un número reducido de paises, Europa Occidental y América del Norte serían suficientes. Aun así, el desarrollo logístico de las operaciones más su mantenimiento, hacían inabarcable el proyecto incluso para las enormes riquezas que lo promovían. Diferentes propuestas encontraron diferentes problemas.

Soluciones creativas hasta lo impensable, como la inclusión de elementos químicos en los alimentos más comunes que reaccionaran en el organismo para crear sustancias rastreables, o la posibilidad de incluir elementos emisores de señales en productos de higiene para impregnar a los individuos, demostraron no ser efectivas por perecederas o peligrosamente dañinas para la salud.

Este sencillo resumen de la reunión, y otros que han llegado hasta nosotros, siempre por medios no convencionales, nos permiten concluir que, por lo menos hasta ahora, aun podemos considerarnos independientes, protegidos del gran ojo.

Ahora si me disculpáis, debo dejaros por un momento, no abandonéis los monitores, apenas tardaré, es solo que tengo que ir al aparcamiento, me he dejado el cargador en el coche y mi móvil se está quedando sin batería.

Saturday, June 10, 2006

Cambio de look

Esta entrada solo es para explicar que por la amable sugerencia de alguno de mis lectores [que algunos tengo y me hacen sugerencias] he cambiado el aspecto visual de la página para que se pueda leer y todo sin que tengais que quemar vuestras valiosas celulas oculares. Además he añadido una sección de links y he puesto algunos que me parecen interesantes, los explico:

Marcoticos Unleashed (La fabrica de pixeles): este personaje que me comenta todas y cada una de mis historias [en algunos casos hay más texto en sus comentarios que en mis historias] tiene una estupenda colección de blogs cada cual más interesante que el anterior.

Blog de GO de Nacho: En este blog se habla de una manera más accesible de lo normal de uno de mis juegos favoritos, el go.

Elementalfilms: En esta empresa es donde se situan todos los proyectos que llevo moviendo 5 años. En la web podeis ver algunos de ellos.

Lagrimas de Conidioforo: La verdad es que por ahora es dificil de describir este, lo resumiré así: Tiene fotos muy bonitas y algo de poesia original. Hay algo musical en él.

zafyro

Friday, June 09, 2006

Un puñado de recuerdos

He tardado en volver a escribir, pero aquí vuelvo. La verdad es que ideas tengo pero me cuesta trasladarlas en algo coherente y legible...
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Un puñado de recuerdos

Ana tiene 30 años, su vida, como ella lo considera, no ha sido vida. Dejó los estudios a una edad muy temprana y se dedicó a salir de copas con los amigos. Cuando se quiso dar cuenta ya no le apetecía volver a la universidad y prefirió formarse en un trabajo. Con su carrera inexistente y su falta de voluntad, sólo logró encontrar un puesto en un supermercado. Algo temporal se dijo a sí misma.

Como todos los días Ana está trabajando en el supermercado. Lleva aquí más de diez años. Se le han hecho eternos, pero no ve que pueda hacer ninguna otra cosa. Se siente atrapada. Como siempre, en mitad de su pequeño descanso, se para a hablar con Manuel, el repartidor.

-“Mi vida está llena de recuerdos, sólo tengo recuerdos”, le dice con tristeza, “Los anoto todos en un diario, pero mejor sería borrarlos, porque no han merecido la pena, no se para qué me sirven”.

Cuando se gira, delante de ella tiene a un cliente. Va vestido con un suéter de un amarillo casi fluorescente y unos pantalones piratas de pana. Lleva el pelo muy mal cortado y no se puede decir si es hombre o mujer. No se fijó mucho en él cuando entró, pero es normal ver a gente así en el supermercado, al lado hay una Iglesia donde reparten ropa. Por norma general nunca dan problemas y como Manuel está en la tienda ahora no le preocupa.

-“A mi me vendrían bien unos recuerdos” le dice. –“He comprado sardinas porque tengo hambre, pero preferiría los recuerdos”.

-“Si quieres los míos te los vendo” le dice Ana. Manuel se ríe a carcajadas.

El cliente se toma una pausa para valorar lo que le han dicho y finalmente responde. -“Claro, cuanto quieres por lo tuyos”, Ana va a decir una cifra, pero Manuel, se quiere hacer el gracioso y la interrumpe.

-“Bueno, si queréis hacer una transacción de esta magnitud, lo mejor será realizar un contrato.” Ahora Manuel ha adoptado un aire extremadamente serio, aunque a duras penas puede contener la risa.

Ana se muestra encantada con la idea. Se lo está pasando bien durante un rato para variar. El extraño cliente sin embargo asiente con solemnidad y del bolsillo de atrás de su pantalón saca unas hojas arrugadas y ya impresas por un lado, como si las hubiera rescatado de alguna basura.

Como están limpias, Ana no pone reparos en rellenarlas y coge un bolígrafo. Manolo le dicta mientras adopta una pose solemne agarrándose las solapas de su chaquetilla y mirando ligeramente hacia arriba.

-“Hmmm. Estando presentes Doña Rosa Jiménez Jímenez, por propia voluntad y en posesión de sus facultades cognitivas… o algo así… en adelante LA VENDEDORA y don…”. Los dos miran al cliente, pero éste encoge los hombros y dice – “No me acuerdo”

-“…Y don Nomea Cuerdo en adelante EL COMPRADOR”, prosigue rápidamente Manuel ante la sonrisa de Ana. -“…Plenamente facultado y con potestades propias etcétera… Acuerdan realizar la venta de los recuerdos de LA VENDEDORA al COMPRADOR por una cantidad de dinero igual a…”

Ana no puede contener ya la risa y aunque no para de escribir, tiene dificultades para seguirle el hilo a Manuel. El cliente sin embargo, al oír la mención de la palabra “dinero”, procede rápidamente a sacar un fajo de arrugados billetes y monedas sucias, y los tira sobre del mostrador.

Las risas paran. Manuel, ante la expectación de Ana, cuenta y en total suma quinientos sesenta y tres euros.

-“Es todo lo que tengo” dice el misterioso cliente. Ana y Manuel intercambian ahora una mirada más seria. Manolo es todo reflejos y no permite que la conciencia de Ana, ni la suya propia, reaccionen.

-“… por la cantidad de QUINIENTOS SESENTA Y TRES euros. Ya solo falta firmar”
El cliente firma con una tímida equis. Rosa estampa su firma. Cambian el contrato por el dinero y el cliente sale por la puerta tambaleándose, como entró, pero con una sonrisa un tanto dubitativa en su cara.

Cuando ha salido, Ana se da cuenta de que se ha dejado su lata de sardinas y sale para dársela, pero ya no es capaz de distinguirle en la calle. A Manuel le ha faltado tiempo para recoger el dinero y empezar a dividirlo.

Esa noche Ana se va con Manuel de fiesta y se gastan una buena parte del dinero. Tal vez, éste sí sea un recuerdo que atesorar piensa Ana, y se propone no olvidar nunca esto que le ha ocurrido.

Rosa tiene 30 años. Trabaja en un supermercado. Lleva mucho tiempo allí y la verdad, sus compañeros son como de la familia. No ha tenido una vida como las que salen en las películas, pero se puede decir que dentro de lo que cabe es feliz. Como todos los días va a trabajar a su puesto de cajera y en su descanso conversa con Manuel, el repartidor. Esa misma tarde un cliente un poco raro quiere entrar en el supermercado. Mira hacia el infinito, como si buscara algo y parece bastante desaliñado y confuso.

Manuel está abriéndole la puerta, cuando Rosa se levanta de su puesto y le obliga a cerrarla.

-“Aquí no vendemos lo que tu quieres, vete a otro sitio”.

Thursday, June 01, 2006

Un diseño Oculto

Este relato es una completa desviación de un ensayo que quería hacer sobre un tema que me pareció fascinante que es la "reflexión interna total", este principio que implica que un haz de luz se reflecta completamente si incide en cierto angulo y cumpliendo unas condiciones específicas, es el que permite a la fibra óptica funcionar como debe. Lo que cuento aquí no se centra principalmente en esto pero es de donde he tomado cierta inspiración. No revelo todas mis fuentes por si alguien quisiera adivinar de donde he robado mi inspiración esta vez.

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Un diseño Oculto

Ante todo presentarme, me llamo Enrique de Diego y Montalbán. Aunque ahora puedo aparecer como una persona instruida y de gran renombre, hasta no hace mucho tempo, mi nombre solo era sinónimo de problemas. Anecdóticamente, la gente paga ahora unas cantidades de dinero bastante elevadas por el privilegio de conocerme, aunque tengan que venir a visitarme al presidio donde actualmente resido.

A pesar de la nobleza que parecen indicar mis apellidos, me crié en los barrios más marginales de la superpoblada Madrid. No hay en mi historial delictivo ningún hueco, nada que haya quedado por hacer dentro de la rama de lo consideraríais como legalmente incorrecto o inmoral. Con el tiempo, quedó patente que no carecía completamente de inteligencia, y fui abandonando los delitos menos productivos y arriesgados. Me convertí en uno de los ladrones de guante blanco más buscados de Europa. Debo decir que la moralidad nunca fue mi fuerte, robaba tanto a unos como a otros, lo único importante era la cantidad sustraída.

Fue durante esta época de mi vida cuando oí hablar de la casa del famoso artista y filántropo Antonio Rodrígues de Nogueraes. Hasta ese momento nunca había tenido verdadero interés por las obras de arte, el mercado negro para estas cosas estaba muy restringido y era bastante fácil que te siguieran el rastro. Pero en este caso, he de reconocer que me sentí poderosamente atraído, tanto por el reto, como por la cantidad económica que podría suponer poseer dicha obra.

Inicié un estudio sobre la vida del artista, que acabó por convertirse en obsesión. Descubrí que durante más de 10 años, desde la muerte del artista, la casa de Don Antonio Rodrigues de Nogueraes había sido un misterio indescifrable. Decían que la vetusta casa del difunto filántropo escondía un secreto de enorme valor, su obra póstuma. Una escultura que superaba a todas las que jamás hubiera realizado, y que por lo tanto superaría en valor a la más excéntricamente cara de sus obras.

A pesar de su apellido, Don Antonio era Español, Manchego y de Toledo, en ese mismo orden, como a él le gustaba repetir una y otra vez cuando era preguntado por sus orígenes. Fue su etapa de adolescente en esta ciudad llena de misterios la que le despertó su inquietud artística por la escultura y desde entonces usó cualquier herramienta que tuviera a manos sobre las sustancias más inverosímiles para completar las esculturas más extraordinarias.

Ya desde el principio de su carrera sus esculturas tuvieron una muy amplia aceptación y no pasó mucho tiempo hasta que su arte fue reconocido a nivel mundial. Empeñado siempre en realizar imposibles, nunca permitió que nada le detuviera en su tarea hasta que lograba su objetivo y desarrolló técnicas vanguardistas en los campos de la ingeniería y de la química que le permitieron esculpir montañas, construir edificios imposibles o tallar estructuras de luz sólida.

La expectativa que causaban sus obras, aumentaba con cada reto que el genial artista conquistaba. El seguimiento que tuvo el anunció de la que ahora se sabe fue su última obra, desbordó todas las expectativas. El artista advirtió que manipularía el más frágil de todos los elementos. Sin embargo, murió repentinamente, sin revelar cual había sido su obra, sobre que elemento estaba realizada, si acaso estaba terminada, y en caso de estarlo, donde se encontraba.

No pasó demasiado tiempo hasta que sus herederos, investigando la herencia que habían recibido, comunicaron al mundo la existencia de unos extraños dispositivos en la Mansión Nogueraes de Toledo. Cientos de investigadores y artistas interesados en desvelar este misterio acudieron como si de una plaga se tratara para intentar resolverlo, pero con escaso éxito. El mito de la obra oculta de Don Antonio, creció tanto que la región empezó a beneficiarse de los miles de turistas que viajaban hasta la ciudad para poder visitar la casa y tal vez desentrañar el misterio.

La casa era casi tan extravagante como lo fue en vida su dueño. Escaleras sinuosas subían pequeños tramos para luego hacerte andar por pasarelas de madera tallada y tintada en exóticos colores. Pasillos y corredores circulares recorrían la casa eliminando toda posibilidad de simetría. Enormes salas con suelos irregulares obligaban a los turistas a recorrer en sinuosas hileras las gigantescas habitaciones. Y finalmente, la gran atracción, un complejo dispositivo de espejos conectado por canalizaciones que comunicaban todas las habitaciones permitía examinar lo que había en cada una de las salas, si se sabía mirar en los múltiples reflejos. La descripción de la casa podría ocupar un volumen completo si quisiera detenerme en ella, tal era la complejidad del diseño de la misma, que no había vez en que la visitaras y no descubrieras algo nuevo de su construcción.

Durante bastante tiempo se jugó con la posibilidad de que la casa en si fuera la obra definitiva el artista, pero esto no tenía demasiado sentido, ya había realizado construcciones del mismo calibre, aunque tal vez no tan complejas, ciertamente si más hermosas. Las teorías sobre la obra póstuma del artista se sucedieron una tras otra mientras el número de visitantes crecía y crecía y el secreto se mantenía imperturbable dentro de la misteriosa edificación.

No hace más de unos meses que yo mismo descubrí la autentica magnitud de la póstuma obra de Don Antonio. La verdad, no quiero que penséis que es merito mío, en realidad fue fruto del azar que fuera yo quien se diera cuenta. En el sótano de la inmensa mansión se encontraba una sala que se denominaba el observatorio. Esta sala había sido diseñada para que solo una persona al mismo tiempo pudiera estar en ella. Desde un sillón que había en mitad de esa sala extrañamente ovalada, podían observarse dos cosas particularmente hermosas e increíbles:

La primera de ellas era que en el techo de la sala, casi justo encima de la silla había un túnel forrado de alguna maravillosa sustancia reflectante que conectaba con todos los espejos de la casa y permitía observar el continuo flujo de visitantes como si de hormigas se trataran, la visión estaba diseñada de tal manera que parecía que flotaran sobre tu cabeza.

La segunda de ellas era un pequeño pedestal sobre el cual, inmóvil en un contenedor, estaba uno de los diamantes mas grandes que jamás se hubieran visto flotando en una densa nube de gas. Un diamante tan grande e inaccesible, que no se había podido aun tasar mas que por aproximaciones. Aproximaciones que le daban un valor absurdamente astronómico.

Fue en la soledad de esa habitación, cuando desaté la obra definitiva del artista. Supongo que es fácil imaginar que mis intenciones nunca fueron lícitas. Es cierto que intentaba apropiarme del hermoso diamante, de hecho llevaba años preparando el golpe. En mis manos guantes aislantes para evitar posibles defensas eléctricas, en mi cara una máscara para evitar cualquier gas que conviviera con el diamante por muy venenoso que fuera y más de dos años de ensayos en mi casa en una reproducción lo más exacta posible de la sala. El hecho es que al levantar levemente el contenedor de la piedra, el gas que había en su interior inmediatamente entró en combustión. No se exactamente cual es la reacción química, o que tipo de dispositivo estaba instalado en ese contenedor, pero si se que salvé las manos y la cara por las protecciones que llevaba puestas. Atontado como estaba por la pequeña deflagración, me senté en el sillón y contemplé en todo su esplendor la obra del maestro Nogueraes.

No es de conocimiento común, pero los diamantes pueden arder, se necesitan temperaturas particularmente altas, pero arden, y al hacerlo emiten una luz muy hermosa. Sentado mirando hacia el cielo, y ligeramente alterado por la adrenalina que había desatado la pequeña explosión pude ver como un espectáculo de luz envolvía la casa y sus alrededores creando una figura perfecta que se extendía hasta donde mi alterada visión percibía y que jamás olvidaré. En muy poco tiempo, recibí a través de estos filamentos de luz violeta, toda la información que Don Pedro había guardado en la gema, las experiencias y vivencias que habían marcado s vida, sus inquietudes, sus esperanzas y sus miedos, en definitiva, su esencia. Al reflejar la luz producida por el fuego de diamante, la patina reflectante que cubría todos los conductos de la casa quedo opaca consiguiendo completar la obra maestra del Maestro y hacerla irrepetible.

Había logrado esculpir un alma.