Por primera vez me encuentro queriendo actualizar el blog con algún relato, pero no se me ocurre nada sobre lo que escribir. Voy a denunciar a ciertas partes de mi cerebro que parece que no están rindiendo como debieran muy a pesar del contrato que firmé con ellas al iniciar este proyecto. Pienso llegar hasta las últimas consecuencias y llegado el caso, si esta denuncia por incumplimiento de contrato no prospera, pienso ir a por el fabricante por venderme un producto defectuoso.
Zafyro.
P.D: Segundos después de terminar este párrafo me he dado cuenta de la tontería que he escrito. Lo subo de todas maneras solo para que veáis lo poco que me fijo en las cosas, y un poco a modo de penitencia. Y es que justo cuando lo he escrito, se me ha ocurrido leer el manual de uso del aparato en cuestión, y acabo de ver las claras advertencias contra el mal uso del mismo [alcohol, televisión, ordenador…] Voy a tener que buscar otros argumentos para la demanda.
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4 comments:
Fantásticos. Me han gustado muchísimo los relatos. El del taxi me ha parecido muy divertido :).
No pierdas la inspiración....es entretenido leer buenas cosas.
:_) Como me alegra leer este tipo de comentarios. Mañana mismo subo otro relato¡
No sé si existe la inspiración, pero sí tengo más claro que el cerebro es como la olla de un cocido: cuantas más cosas eches (libros, películas, viajes, personas...), mejor te saldrá el alimento. En cualquier caso, no parece que te falte inspiración.
Interesante el punto de vista gastronómico de Marcóticos. De todas formas tengo que puntualizar, y sin miedo a generalizar, que una proporción equilibrada de ingredientes es fundamental.
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