Monday, January 28, 2008

Enorme Inspiración

No voy a mentir, no he dejado de escribir, pero me cuesta sentarme delante del ordenador para transcribir lo que anoto en mi cuaderno. El relato del que voy a publicar ahora la primera parte , surge a partir de un comentario que me hiciera Luxxor en una entrada anterior y lo tenía escrito desde hace tiempo (bocetado).

Hablado de otras cosas no relacionadas con el relato y antes de entrar en materia, diré que ha surgido una bonita iniciativa [marcoticos, dani & co] tipo "tertulia literaria de los viernes", que espero que pronto se materialice, en principio construiríamos sobre los relatos elaborados desde una noticia escogida por alguno de los que acudamos. La primera noticia -sobre la cual aun no se ha realizado reunión alguna- era "Acude a un prostíbulo y se encuentra a su mujer allí".

Ya existen un par de relatos al respecto y creo que, mediando el permiso del segundo autor, los publicaré aquí en breve.

Si debe haber una primera reunión (espero que sí) , me gustaría de todas maneras que el tema cambiara, se trata de usar entonces un trozo de conversación que he mantenido hoy con un amigo, es lo siguiente. "La desaparición de la pobre magdalena abducida por el muffin"

Pues eso :) y sin más dilación, el relato.

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Enorme inspiración

- Miedo no, estoy aterrorizado – Julián me mira por encima de sus gafas mientras remueve compulsivamente su café provocando un regular e insistente tintineo.

- Lo que me has contado no tiene sentido. ¿Cómo te va a estar persiguiendo un tipo enorme por Madrid?- Hago una pausa para dar un trago a mi café, no me gusta tomarlo frío- No debes dinero a nadie, nunca has escrito nada ofensivo y no tienes ni dinero ni propiedades que pudieran extorsionarte…

- ¡Que no!, te digo que no me persigue con mal ánimo, no quiere ni extorsionarme ni hacerme daño, es simplemente que quiere… inspirarme. – Julián suspira y por un momento deja su cucharilla quieta.

-¿Inspirarte?

- Inspirarme.

- No puedo creérmelo, un tipo enorme – intento hacer memoria – metro noventa y más de ciento cincuenta kilos, ¿está intentando inspirarte?

-No me lo recuerdes – Julián está hundido en su asiento sujetando su taza con las dos manos y mira a derecha e izquierda nervioso- No dejo de tomar café y pastillas para dormir precisamente por eso.

- Ahora si que me tienes desconcertado, ¿porqué querrías hacer eso? – me callo un momento, la camarera acaba de detenerse a nuestro lado. Es una chica bastante atractiva con un cabello rubio que parece sacado de un anunció de champú y una sonrisa que probablemente esté aportando bastante al cambio climático.

- ¿Quieren un poco más de café?

-Si por favor – ella es uno de los motivos por los que acostumbro a parar en esta cafetería, el otro es la posibilidad de rellenar mi taza al estilo americano todas las veces que quiera gratuitamente y, aunque casi nunca lo hago, a ella no le puedo decir que no. Horrible bebedizo.

-Yo también tomaré otra taza, cargadito por favor – la camarera sonríe a Julián mientras vierte café en su taza y puedo ver como la mirada de Julián se ilumina.

En cuanto la camarera se va, aunque dejamos que pase un breve y mágico silencio mientras vemos como se aleja hacia la barra, retomamos la conversación.

-¿Que me estabas contando?

-Que me distraigo con el café para estar atacado y con las pastillas para dormir pero no soñar…

-Julián tiene la mirada perdida hacia la barra y parece un poco despistado, como si no pudiera seguir el hilo de la frase que estaba diciendo.

-Sabes qué – me dice Julián – se me acaba de ocurrir que… - Julián se lleva las manos a la boca como si quisiera impedirse a si mismo terminar la frase.

-QUIERES QUE TE LA TRAIGA, ¿QUIERES HABLAR CON ELLA? ¿TE INSPIRA? ¿HABLAMOS CON ELLA?

Detrás de mí acaba de sonar una especie de trueno y tengo la impresión de que el día debe haberse nublado porque de repente todo se ha oscurecido. Miro a Julián y está completamente pálido, así que, me giro lentamente y desplazo mi mirada a lo largo y ancho de la inmensa figura del tipo que está a mi espalda.

-¿LA TRAIGO? ¿QUIERES QUE LA TRAIGA?

-No por dios, no –gime desesperado Julián- siéntate e intenta pasar desapercibido. – No puedo evitar pensado en la imposibilidad de que un tipo tan grande y vestido exclusivamente con una toga y unos laureles pase desapercibido.

-HMMM, DE ACUERDO. – Julián respira un poco más calmadamente y me mira por primera vez en toda nuestra conversación a los ojos.

-Como te decía, mi musa es un tipo enorme.

-ENCANTADO.

[continuará]




3 comments:

Luxxor said...

¡¡Genial!!

No sé como leches inspiré yo eso, pero no puedo evitar sentir algo de orgullo.

Definitivamente me ha alegrado el día y llevo una semana muy movida.

¡¡¡QUIERO EL FINAL!!! ¡¡¡¡¡YA!!!!!

joako said...

Ya te contaré como salió el tema, aunque no es muy difícil de descubrir xD. El relato está a falta de una tarde de escritura ;)

Luxxor said...

Eres más perro que yo que ya es decir, ¿para cuando el final de esto?

Un abrazo,
L